Right to Privacy: Human Rights Council creates UN Special Rapporteur

Right to Privacy: Human Rights Council creates UN Special Rapporteur

The UN Human Rights Council today adopted a landmark resolution on “the right to privacy in the digital age” that will establish for the first time a UN Special Rapporteur on the Right to Privacy.The resolution faced some challenges during negotiations, but was adopted without a vote (i.e. by consensus).

The Rapporteur will be appointed later this year. The Council has invited him or her to include in initial reports to the Council and UN General Assembly, a focus on the challenges to the right of privacy arising from developments in digital and communications technology in “the digital age”. However, the mandate is able to deal with all aspects of the right to privacy.

The initiative has been strongly supported by civil society organisations including the ICJ, including in the form of a joint open letter, and a joint oral statement on behalf of some 92 NGOs from around the world.

The draft resolution, as adopted, may be downloaded here: HRC28-Privacy-DraftRes-2015

Maldives: grossly unfair Nasheed conviction highlights judicial politicization

Maldives: grossly unfair Nasheed conviction highlights judicial politicization

The conviction of the Maldives’ former president, Mohamed Nasheed, on terrorism charges after a grossly unfair trial marks a significant deterioration of the independence and impartiality of the country’s judiciary, said the ICJ.

On 13 March, Mr. Nasheed (photo) was sentenced to 13 years in prison for the dismissal and alleged unlawful detention of the Chief Judge of the Criminal Court, Mr. Abdullah Mohamed, in 2012, when Mr. Nasheed was president.

He was convicted of an “act…of kidnapping or abduction of person(s) or of taking hostage(s)” under Section 2(b) of the Prevention of Terrorism Act 1990.

“The Maldivian judiciary’s independence has been compromised for years by serious pressure from the government, and this grossly unfair conviction highlights the numerous problems with the politicization of the judiciary in the country,” said Sam Zarifi, the ICJ’s Regional Director for Asia and the Pacific. “It is crucial for Maldivian authorities to allow Mr. Nasheed to appeal his case effectively, with transparency and monitoring by Maldivian and international observers.”

The case’s pre-trial phase and trial were marked by gross violations of international standards of fair trial, including Article 14 of the International Covenant on Civil and Political Rights, to which the Maldives acceded in 2006.

Two of the judges on the three-judge bench testified as witnesses against Mr. Nasheed in the 2012 investigation; these statements were submitted as evidence in the present trial.

Mr. Nasheed’s defense team was not allowed to be present on his behalf during the first proceeding, nor was he given the opportunity to seek bail.

The defense team was repeatedly denied full access to prosecution evidence and witnesses or to regularly consult with Mr. Nasheed during the course of the trial.

When Mr. Nasheed’s defense team recused itself in protest of the lack of fairness, the court proceeded with the trial without legal representation present for Mr. Nasheed rather than granting him the opportunity to obtain new counsel. The defense was also denied the opportunity to call its own witnesses.

Mr. Nasheed now has the right to appeal the conviction, but his right to appeal has been infringed by the unprecedented amendment of the statutory period for appeal from 90 days to 10 days, via Supreme Court circular six weeks prior to the trial.

In addition, the court has still not released to Mr. Nasheed’s defense team the full court record required to prepare and present an effective appeal within this accelerated timeframe.

The ICJ has previously documented the politicization of the judiciary and the polarized political climate in the Maldives, calling attention to a justice system characterized by vested interests and political allegiances rooted in the country’s authoritarian past (See Maldives: Securing an Independent Judiciary in a Time of Transition (February 2011)).

“Recent events reflect a justice system that still remains deeply politicized along the same lines of entrenched political loyalties that pre-date the transition period,” Zarifi said. “The Maldivian judiciary must allow a proper appeal in this case if it is to establish itself as a separate and equal branch of the government dedicated to supporting the rule of law.”

The ICJ urged Maldivian authorities to ensure Mr. Nasheed’s defense team full access and adequate opportunity to prepare an effective appeal, and to ensure that the appeal proceeding is conducted fairly and transparently, with full access to media and domestic and international observers, in compliance with fair trial and due process standards under both Maldivian and international law.

The Maldives must also take effective measures to ensure that such violations do not reoccur in this or future cases.

Background information can be downloaded here:

Maldives-Background Brief Nasheed Trial-Advocacy-Anylysis brief-2015-ENG (full text in PDF)

Situación de derechos humanos en Colombia: Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas

Situación de derechos humanos en Colombia: Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas

La Comisión Colombiana de Juristas afiliada a la Comisión Internacional de Juristas resaltan el valioso aporte de la Oficina del Alto Comisionado durante estos 18 años en Colombia.

25° período de sesiones, Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas
Tema 2 de la agenda, Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de derechos humanos en Colombia (A/HRC/28/3/Add.3)

Situación de derechos humanos en Colombia

25 de marzo de 2015

Señor Presidente:

La Comisión Colombiana de Juristas afiliada a la Comisión Internacional de Juristas resaltan el valioso aporte de la Oficina del Alto Comisionado durante estos 18 años en Colombia: tiene oficinas en varias regiones y trabaja con comunidades afectadas por el conflicto armado; ha contribuido “a cambios positivos a través de su observación, incidencia, declaraciones públicas, buenos oficios y cooperación técnica”; “[h]a presentado informes periódicos a entidades gubernamentales; ha actuado como garante en conflictos (…); ha interactuado a diario con el Estado y la sociedad civil para encontrar soluciones a los desafíos de derechos humanos (…); y ha contribuido al fortalecimiento de las instituciones” (párrafo 2).

Pese a ciertos avances en derechos humanos, el Informe anual resalta los retos en materia de implementación, falta de voluntad política para aceptar la responsabilidad por violaciones del pasado1, desigualdades económicas y “un acceso asimétrico a los derechos y a los servicios públicos” (párrafo 14). Además, Colombia todavía actúa en contra de sus obligaciones internacionales, como sucede con el derecho a la consulta previa (párrafo 26) o la ampliación de la justicia militar (párrafo 60). Adicionalmente, Colombia no recibe procedimientos especiales desde 2010, aunque cuenta con una invitación permanente y seis mandatos han solicitado visita2.

Después de 18 años invertidos en el país, la Oficina sigue siendo los ojos de la comunidad internacional para derechos humanos, y el acompañante o asesor del Estado en el diseño de sus políticas (párrafos 16, 29, 34, 60).

Según el Informe, el Gobierno y las FARC-EP han logrado avances sin precedentes para poner fin al conflicto armado (párrafo 6). Si “[l]a perspectiva de una salida negociada al conflicto (…) y el crecimiento económico proporcionan una oportunidad única para ampliar la presencia del Estado, hacer frente a la desigualdad y mejorar la situación de los derechos humanos” (párrafo 19), indiscutiblemente la Oficina del Alto Comisionado en Colombia es una inversión clave, y no es de corto plazo.

Gracias señor Presidente.

1 El párrafo 58 dice: “El rechazo de responsabilidades por parte de las fuerzas armadas y de sus superiores políticos perpetúa la impunidad, socava la legitimidad institucional y erosiona el estado de derecho”.
2 Colombia cuenta con una invitación permanente a los procedimientos especiales de la ONU desde el 17 de marzo de 2003. Sin embargo, desde inicios de 2012 no ha aceptado ninguna visita, aunque los mandatos sobre extrema pobreza, personas internamente desplazadas, violencia contra la mujer, afrodescendientes, mercenarios y alimentación han solicitado visitar el país.

Situación de derechos humanos en Colombia: Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas

Situación de derechos humanos en Colombia: Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas

La Comisión Colombiana de Juristas afiliada a la Comisión Internacional de Juristas resaltan el valioso aporte de la Oficina del Alto Comisionado durante estos 18 años en Colombia.

25° período de sesiones, Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas
Tema 2 de la agenda, Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de derechos humanos en Colombia (A/HRC/28/3/Add.3)

Situación de derechos humanos en Colombia

25 de marzo de 2015

Señor Presidente:

La Comisión Colombiana de Juristas afiliada a la Comisión Internacional de Juristas resaltan el valioso aporte de la Oficina del Alto Comisionado durante estos 18 años en Colombia: tiene oficinas en varias regiones y trabaja con comunidades afectadas por el conflicto armado; ha contribuido “a cambios positivos a través de su observación, incidencia, declaraciones públicas, buenos oficios y cooperación técnica”; “[h]a presentado informes periódicos a entidades gubernamentales; ha actuado como garante en conflictos (…); ha interactuado a diario con el Estado y la sociedad civil para encontrar soluciones a los desafíos de derechos humanos (…); y ha contribuido al fortalecimiento de las instituciones” (párrafo 2).

Pese a ciertos avances en derechos humanos, el Informe anual resalta los retos en materia de implementación, falta de voluntad política para aceptar la responsabilidad por violaciones del pasado1, desigualdades económicas y “un acceso asimétrico a los derechos y a los servicios públicos” (párrafo 14). Además, Colombia todavía actúa en contra de sus obligaciones internacionales, como sucede con el derecho a la consulta previa (párrafo 26) o la ampliación de la justicia militar (párrafo 60). Adicionalmente, Colombia no recibe procedimientos especiales desde 2010, aunque cuenta con una invitación permanente y seis mandatos han solicitado visita2.

Después de 18 años invertidos en el país, la Oficina sigue siendo los ojos de la comunidad internacional para derechos humanos, y el acompañante o asesor del Estado en el diseño de sus políticas (párrafos 16, 29, 34, 60).

Según el Informe, el Gobierno y las FARC-EP han logrado avances sin precedentes para poner fin al conflicto armado (párrafo 6). Si “[l]a perspectiva de una salida negociada al conflicto (…) y el crecimiento económico proporcionan una oportunidad única para ampliar la presencia del Estado, hacer frente a la desigualdad y mejorar la situación de los derechos humanos” (párrafo 19), indiscutiblemente la Oficina del Alto Comisionado en Colombia es una inversión clave, y no es de corto plazo.

Gracias señor Presidente.

1 El párrafo 58 dice: “El rechazo de responsabilidades por parte de las fuerzas armadas y de sus superiores políticos perpetúa la impunidad, socava la legitimidad institucional y erosiona el estado de derecho”.
2 Colombia cuenta con una invitación permanente a los procedimientos especiales de la ONU desde el 17 de marzo de 2003. Sin embargo, desde inicios de 2012 no ha aceptado ninguna visita, aunque los mandatos sobre extrema pobreza, personas internamente desplazadas, violencia contra la mujer, afrodescendientes, mercenarios y alimentación han solicitado visitar el país.

 

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